
Aquí donde el sol culmina, allí donde el oscurecer del cielo empieza a tornarse entre matices de azules y rojos morados, es cuando la luna comienza a lucir su explendida belleza, con todas las galas celestiales
que le adornan miles de estrellas, titilando radiantes ante su paso
como iluminando su rostro para hacerlo más resplandeciente.
Entonces voy hacia tí cantando, voy con sonrrizas de luz de luna, quiero encontrarte hoy, y hací mismo darte mi amor
contigo tener felicidad y nada más.
Quisiera allarme a orillas de un mar de espumas blancas,
donde poder al agua todo esto poder contar, encontrar en
mi camino tu andar, mas el silencio me invade, la pena se hace llanto y tan solo queda esta noche luz de luna y llanto.
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